miércoles, 20 de octubre de 2010

Moonskin - Samael

Me está dando hoy vueltas en la cabeza el Moonskin de Samael sin parar, así que he decidido compartirlo en el blog.

Aníbal

Con mis disculpas porque quería publicar este artículo ayer, voy a hablaros sobre Aníbal.

El 19 de octubre es un día señalado para los amantes de la historia, aunque ciertamente en su día los Cartagineses debieron encontrarlo aciago: ese día de 202 aC Aníbal fue derrotado por las fuerzas romanas dirigidas por Escipión el Africano, y siglos más tarde, en el 439, Cártago fue conquistada por Gaiserico el Vándalo. De hecho el 19 de octubre parece un día especialmente señalado para los conflictos armados: la Batalla de Leipzig y la invasión de Tibet, entre varios otros, también están ligados a esta fecha. Pero hoy quiero centrarme en Aníbal, personaje que me atrajo desde la primera vez que me explicaron sobre él.

Es Aníbal ciertamente un personaje curioso, y depende del profesor que te lo enseñe su enfoque puede variar de forma notoria. La primera impresión de la que tengo memoria acerca de Aníbal era la de un buen tipo que intentó salvar su patria de los romanos, que ocupaban sin cesar todos los territorios que podían, destruyendo las culturas y sociedades que encontraban a su paso para imponer por la fuerza la suya. Más tarde, me encontré con un Aníbal explicado como una especie de "rebelde sin causa" con ansias de guerra que intentó destruir Roma, lo cual nos hubiera quitado todo el progreso (carreteras, acueductos, arte, el latín, etc.) y habría retrasado nuestra evolución cultural durante siglos. Sea como sea, tanto admiradores como detractores coinciden en que era un brillante estratega y líder militar.

Con tiempo y más estudios aprendes a separar los hechos de las opiniones subjetivas de los profesores y profesoras, pero reconozco que fue Aníbal el que me hizo por primera vez darme cuenta de cómo la opinión personal de un profesor puede desvirtuar una enseñanza. Pero dejando reflexiones personales a parte, vayamos con un pequeño resumen de la vida de nuestro conocido personaje.

Su hazaña más famosa fue sin lugar a dudas la invasión que llevó a cabo durante la propia Segunda Guerra Púnica, cuando condujo un ejército que incluía elefantes a través de los Pirineos y los Alpes. La sola imagen de un ejército con un complemento de elefantes salvando puertos de alta montaña parece imposible. Ocupó parte de la actual Italia durante más de una decada, pero tuvo que abandonar su campaña para regresar a defender Cártago del ataque de Escipión, que culminó en la derrota a la que hacía referencia al inicio del artículo.

Cambiando el liderazgo militar por el político, la fuerte sanción económica impuesta por Roma tras la guerra lo llevó a introducir reformas fiscales poco populares, lo que lo llevo perder el favor del pueblo y a exiliarse

En su exilio sirvió como consejero de Antíoco el Grande de los Seleúcidas, que también estaba en guerra contra Roma, pero fue derrotado de nuevo. Sin embargo, no sería la última guerra de Aníbal contra los romanos, ya que acabó en Bitinia luchando contra los ejércitos del Rey de Pérgamo, aliado de Roma. Pese a que consiguió lograr grandes victorias, fue finalmente traicionado cuando el Rey de Bitinia hizo un trato con el enemigo: su parte consistía en entregarles a Aníbal. El veterano general no halló la muerte en una de las incontables batallas en las que participó, sino que optó por el suicidio para evitar la captura.

Aníbal dejó para la posteridad numerosas tácticas y estrategias de combate que siguieron en uso durante siglos. Él fue el gran precursor del llamado "movimiento de pinza", que consiste en dividir las fuerzas en dos brazos que rodean al enemigo mientras éste inadvertidamente carga frontalmente, y entonces lo atacan por los flancos.

Tanto Aníbal como Escipión son considerados dos de los mejores comandantes militares de la historia. El duelo Aníbal-Escipión fue incluso tomado como ejemplo para ilustrar el duelo entre Rommel y Montgomery durante la Segunda Guerra Mundial, pero ese ya es otro tema del que tal vez hable en otra ocasión.

jueves, 7 de octubre de 2010

Poe

Tal día como hoy, hace 161 años, murió el gran Edgar Allan Poe. Poe fue un tipo genial y polémico a la vez. Entre otros asuntos, se alistó en el ejército de los Estados Unidos con una identidad falsa y se casó con una prima de 13 de años de edad cuando él tenía 26.

La mayoría de sus obras exhiben un arte oscuro y centrado en la muerte, con bastante metafórica y que requieren leer entre líneas, ya que Poe creía que los trabajos con un significado demasiado obvio no eran auténtico arte. Genial como pocos, también tenía un gran interés en la ciencia (llegó incluso a escribir una teoría cosmológica similar a la del Big Bang casi un siglo antes de que ésta fuera formulada), era un auténtico experto en criptografía (materia que usó en algunos de sus relatos) y un adepto del pensamiento analítico (Arthur Conan Doyle se inspiró en las obras de Poe para crear su Sherlock Holmes).

Entre otros, sus obras incluyen grandes clásicos como El Gato Negro, El Escarabajo de Oro, La Máscara de la Muerte Roja, El Corazón Delator o Los Crímenes de la Calle Morgue.

La muerte de Poe no estuvo exenta de misterio. Fue encontrado en la calle, gravemente enfermo, delirando y vestido con ropas que no eran suyas. Murió en el hospital al cabo de cinco días, durante los cuales continuó delirando sin parar. Para añadir más misterio a su muerte, su expediente médico y su certificado de defunción desaparecieron. Pese a las numerosas especulaciones y teorías al respecto, lo único cierto es que a día de hoy se desconoce la causa de su muerte.

Al menos, siempre nos quedará su obra... hasta que la oscuridad y la decadencia y la Muerte Roja ejerzan un dominio ilimitado sobre todo.